CDMX a 27 de marzo, 2024.- El Senado de la República Mexicana, en un esfuerzo por combatir la contaminación ambiental y proteger la salud pública, ha dado un paso significativo hacia la prohibición del uso de microplásticos en productos cosméticos utilizados para exfoliar, pulir o limpiar. La Comisión de Estudios Legislativos Segunda, presidida por el senador Rafael Espino de la Peña, aprobó un dictamen que busca eliminar estos contaminantes de diminuto tamaño pero de gran impacto ecológico.
Esta medida legislativa, que modifica la Ley General de Salud, responde a la creciente preocupación por el daño ambiental provocado por los microplásticos, partículas sólidas de plástico de hasta cinco milímetros de diámetro que, según la Organización Panamericana de la Salud, pueden ser potencialmente tóxicas y contribuyen a la contaminación de vertederos y cuerpos de agua a nivel mundial.
El dictamen, que ya fue presentado en primera lectura en la sesión del Senado del 21 de marzo, destaca el peligro que representan los microplásticos no solo para el medio ambiente, sino también para la salud humana, asociándolos a diversas enfermedades, especialmente aquellas relacionadas con alteraciones en el sistema endocrino.
Investigaciones recientes, incluido un estudio de Greenpeace Italia, han revelado que los cosméticos, incluidos productos tan comunes como el rímel, pintalabios, bases y polvos faciales, pueden contener una alta concentración de microplásticos. Estas partículas, al entrar en contacto con los ojos y la boca, no solo representan un riesgo para la salud, sino que también terminan en los océanos, donde son ingeridas por la vida marina, introduciéndose así en la cadena alimenticia humana.
La iniciativa subraya la urgencia de tomar medidas legislativas para restringir el uso de estos materiales en los cosméticos y contribuir al esfuerzo global para frenar el deterioro ambiental. La propuesta legislativa refleja un compromiso con el bienestar ambiental y la salud pública, posicionando a México como un actor responsable en la lucha contra la contaminación por plásticos.
La prohibición de microplásticos en productos cosméticos es un paso crucial hacia la mitigación de uno de los problemas ambientales más apremiantes de nuestra era. Este esfuerzo legislativo no solo promueve una industria cosmética más sostenible sino que también fomenta una mayor conciencia sobre el impacto ambiental de nuestros hábitos de consumo diarios.
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