Los cuatro perfiles en consideración

Un relevo que marca más que un cambio de nombre

La salida de Alejandro Gertz Manero, todavía no confirmada oficialmente pero ya asumida en círculos legislativos, abriría un proceso clave para el futuro de la justicia en México: la designación del nuevo titular de la Fiscalía General de la República (FGR).
Sin embargo, los primeros nombres que circulan en el Senado y en el entorno presidencial apuntan hacia un escenario que preocupa a especialistas: todos pertenecen al círculo político más cercano a la presidenta Claudia Sheinbaum.

La discusión no es menor. La FGR nació en 2019 precisamente para sustituir a la antigua Procuraduría General de la República (PGR), un órgano altamente cuestionado por su dependencia del Ejecutivo y por interferencias políticas en investigaciones sensibles.
Un fiscal cercano al gobierno actual podría restablecer, de facto, la subordinación política que se buscó eliminar.


Los cuatro perfiles en consideración

Distintas fuentes legislativas han coincidido en una lista de posibles candidatos. Todos tienen trayectorias sólidas, pero también vínculos directos con el proyecto político de la presidenta.

1. Ernestina Godoy

Ex fiscal de la Ciudad de México y actual asesora jurídica de Presidencia.
Es una de las funcionarias de mayor confianza de Sheinbaum y ha sido pieza clave en la articulación jurídica del nuevo gobierno. Su cercanía política es considerada una de sus principales fortalezas… y también uno de los principales motivos de preocupación en términos de autonomía institucional.

2. Arturo Zaldívar

Ex ministro de la Suprema Corte y actual coordinador de políticas públicas del gobierno federal.
Zaldívar ha acompañado el proyecto de reformas judiciales del oficialismo desde hace varios años. Su perfil jurídico es robusto, pero su alineamiento político ha sido ampliamente documentado durante su paso por la Corte.

3. José Luis Cervantes

Fiscal del Estado de México.
Ha trabajado de manera coordinada con el gabinete de seguridad federal y mantiene relación directa con la presidencia. Su llegada podría fortalecer las mesas de seguridad, pero implicaría trasladar al ámbito federal un modelo de coordinación directamente influenciado por el Ejecutivo.

4. Julio Menchaca

Gobernador de Hidalgo.
Su nombre aparece como carta política para equilibrio interno en la coalición gobernante. Es uno de los mandatarios estatales más cercanos al proyecto presidencial.


Un patrón que revive temores históricos

Aunque la Constitución establece que la Fiscalía General debe operar con autonomía, la posibilidad de que los cuatro perfiles provengan del mismo círculo político plantea un choque directo con ese principio.

Analistas en derecho constitucional advierten que:

  • Una terna sin contrapeso real podría convertir al Senado en un órgano meramente ratificador.

  • La figura del fiscal general podría volver a ser un brazo operativo del Ejecutivo, como ocurría con la PGR en los sexenios previos a su desaparición.

  • Investigaciones sensibles —crimen organizado, corrupción, uso de recursos públicos— perderían independencia, especialmente en casos donde se involucre a aliados políticos.


Un retroceso que rebasa nombres

Más allá de quién encabece la terna, el problema de fondo es estructural:
la concentración del poder en la Fiscalía.
La autonomía del Ministerio Público fue diseñada para evitar presiones, negociaciones internas y decisiones tomadas en función de intereses de Estado o de coyuntura política.

Si el relevo se concreta con un perfil alineado al Ejecutivo, México podría regresar al modelo que se buscó abandonar en 2019, cuando se aprobó la transición para “evitar interferencias en las investigaciones”.


Las implicaciones para el mapa de seguridad

La FGR no solo investiga delitos federales:

  • coordina investigaciones de crimen organizado,

  • alimenta la política nacional de seguridad,

  • colabora con fiscalías estatales y con agencias internacionales.

Una Fiscalía alineada al gobierno central modificaría las prioridades nacionales, como:

  • investigaciones de huachicol,

  • redes de corrupción estatal,

  • tráfico de armas,

  • y archivos sensibles coordinados con EE. UU.

La redefinición del perfil del fiscal reconfiguraría la arquitectura completa de seguridad para el sexenio.


El debate apenas comienza

La presidenta enviará la terna al Senado en cuanto se formalice la salida de Gertz Manero.
Pero la discusión pública será inevitable:
¿La FGR seguirá como organismo autónomo o iniciará un retorno político a la era de la PGR?

Por ahora, los nombres filtrados parecen apuntar a una Fiscalía más cercana a Palacio Nacional que a los estándares de independencia que la Constitución buscó instaurar.

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