El Senado de Estados Unidos aprobó el martes una ley que podría cambiar drásticamente el panorama de las redes sociales en el país, al exigir a ByteDance, la empresa matriz de TikTok basada en China, que venda la plataforma bajo la amenaza de ser prohibida. Esta decisión, parte de un paquete de ayuda de 95 mil millones de dólares para Ucrania e Israel, refleja las preocupaciones bipartidistas sobre la seguridad nacional y la influencia extranjera.
La ley, que ahora espera la firma del presidente Joe Biden, marca un punto crítico en las relaciones entre Estados Unidos y China, exacerbadas por las acusaciones de que TikTok podría ser utilizada como herramienta de espionaje o manipulación por parte del gobierno chino. La legislación otorga a ByteDance un plazo de nueve meses, con una posible extensión de tres meses, para deshacerse de sus intereses en TikTok, incluido su valioso algoritmo que personaliza y sugiere contenido a los usuarios.
La medida ha suscitado un debate intenso, con críticos argumentando que la prohibición podría afectar negativamente a los millones de creadores de contenido que dependen de la plataforma para sus ingresos. Además, enfrenta impugnaciones legales y ha sido criticada por la Unión Americana de Libertades Civiles por su redacción «demasiado amplia», que podría tener implicaciones inesperadas para la libertad de expresión.
Por otro lado, China ha respondido con críticas a lo que considera una «represión» y una «supresión injustificada» de sus empresas, acusando a Estados Unidos de intimidación y de no respetar los principios de la economía de mercado y la competencia justa.
La aprobación de esta ley no solo plantea un futuro incierto para TikTok y sus usuarios en Estados Unidos, sino que también intensifica las tensiones diplomáticas entre Washington y Beijing, justo cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, visita China.
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