La explosión de un coche bomba en Coahuayana, Michoacán, volvió a poner los reflectores sobre un viejo actor del crimen organizado: Cárteles Unidos, una alianza criminal que ha frenado por años el avance del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región. Aunque la detonación dejó interrogantes, el Gobierno federal asegura que no fue un ataque contra autoridades, sino parte de una guerra territorial que mantiene en tensión a toda la Tierra Caliente.
El ataque en Coahuayana: lo que se sabe
Durante la conferencia matutina, el secretario de seguridad, Omar García Harfuch, explicó que, de acuerdo con los primeros indicios, dos personas viajaban dentro del vehículo minutos antes de la explosión.
El funcionario descartó que se tratara de un acto de “narcoterrorismo” o un ataque directo al Gobierno. Señaló que el hecho responde al enfrentamiento entre Cárteles Unidos (CU) y el CJNG, dos organizaciones que han convertido Michoacán en uno de los principales escenarios de violencia del país.
Autoridades federales mantienen un despliegue de seguridad en varios municipios de la región, mientras analizan los componentes del artefacto explosivo para determinar si se trata del mismo tipo de dispositivos utilizados en otros ataques recientes en Tepalcatepec, Buenavista y Aguililla.
¿Quiénes son los Cárteles Unidos?
Cárteles Unidos surgió alrededor de 2020 como una alianza defensiva integrada por grupos criminales medianos de Michoacán, entre los que sobresalen Los Viagras y el Cártel de Tepalcatepec.
Su objetivo central: frenar la expansión del CJNG en la zona conocida como Tierra Caliente, una región clave para actividades ilícitas, rutas de trasiego y cobro de extorsiones.
Entre sus actividades destacadas se encuentran:
- Narcotráfico, especialmente producción y trasiego de drogas sintéticas hacia Estados Unidos.
- Extorsión a sectores productivos esenciales como el aguacate y los cítricos, industrias donde Michoacán es líder nacional.
- Control territorial mediante retenes, cobro de piso y amenazas a pobladores.
- Uso de drones explosivos y artefactos improvisados (IEDs), una técnica que ha sido documentada por la Sedena desde 2021.
Organismos de seguridad estatales y federales consideran a CU como uno de los grupos criminales con mayor capacidad de fuego en la región, lo que ha detonado una violencia prolongada contra el CJNG y contra fuerzas de seguridad.
Violencia política y señalamientos contra el gobierno estatal
La crisis no solo ha golpeado a comunidades y productores: también ha alcanzado a autoridades municipales. En los últimos meses, Michoacán ha registrado ataques contra policías y el asesinato de alcaldes, como Carlos Manzo, en zonas clave como Uruapan.
Para contener la escalada, el Gobierno federal anunció el Plan Michoacán, un refuerzo militar y de inteligencia que busca estabilizar la región.
Sin embargo, este clima de violencia se mezcla con otro frente: los señalamientos contra el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Los señalamientos contra Ramírez Bedolla
Organizaciones civiles como Narcopolíticos y voces de la oposición han difundido documentos donde aseguran que el gobernador tendría presuntos vínculos con Cárteles Unidos.
Los señalamientos se basan en supuestos lazos familiares con Adalberto Fructuoso “El Fruto”, exalcalde de Aguililla y presunto integrante de CU.
Incluso, dentro del conflicto criminal, el propio CJNG ha acusado al mandatario de favorecer a la coalición rival, permitiendo su operación en varias zonas del estado.
Pese a ello, Ramírez Bedolla ha negado públicamente todas las acusaciones, asegurando que se trata de campañas de desprestigio sin sustento legal.
¿Qué sigue para Michoacán?
Con una guerra abierta entre CU y CJNG, el uso de artefactos explosivos, tensiones políticas y una población atrapada entre el fuego cruzado, Michoacán vuelve a estar en la conversación nacional.
Las autoridades federales mantienen operativos en la región, mientras los investigadores continúan analizando la explosión en Coahuayana. Por ahora, la versión oficial apunta a un choque entre grupos criminales, una muestra más de la inestabilidad que vive la región.















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