En el clima electoral de Puebla, la tensión aumenta mientras Morena, a través de su dirigente estatal Olga Romero Garci-Crespo, anuncia la presentación de una denuncia formal contra Eduardo Rivera, candidato de la alianza «Mejor Rumbo para Puebla», y otros miembros de la oposición. La acusación se centra en la posible relación entre los fondos de la campaña y el crimen organizado.
Esta medida surge a raíz de la reciente detención de Tania N., candidata del PRIAN, implicada en un proceso judicial por posesión de narcóticos y armas de fuego, después de una serie de operativos en Puebla y Cholula. Esta situación ha intensificado las sospechas sobre la integridad de la financiación de la campaña opositora.
Romero Garci-Crespo criticó duramente a los candidatos de la oposición, acusándolos de encubrir y promover a individuos vinculados con actividades delictivas. «¿Queremos que personas con estos perfiles dirijan nuestro estado?», cuestionó la dirigente, apuntando a la necesidad de una revisión exhaustiva de las fuentes de financiamiento electoral.
El secretario general de Morena, Agustín Guerrero, y el coordinador de la capital, Gabriel Biestro, reafirmaron estas acusaciones, insistiendo en que los hechos y procedimientos legales revelan la verdadera cara del PRIAN como facilitadores de la criminalidad y la corrupción.
Por su parte, Alfonso Bermúdez, representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado (IEE), destacó las tácticas cuestionables del PAN, relacionando sus prácticas electorales con el lavado de dinero procedente del huachicol y otras actividades ilícitas. Bermúdez acusó al PAN de intentar manipular la elección mediante el miedo y la desinformación.
Con estas graves acusaciones en el aire, el panorama político de Puebla se ve ensombrecido por la duda y la incertidumbre, mientras se espera que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto para clarificar estas denuncias y garantizar una elección libre de influencia criminal.
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