Por Arturo López
La ciudad de México se encuentra en un punto de inflexión. Clara Brugada Molina, precandidata única de Morena, PT y PVEM a la Jefatura de Gobierno, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto que promete transformar la cara de los mercados públicos de la capital. Con más de 300 mercados en la Ciudad de México, estos espacios no solo ofrecen bienes y servicios, sino que constituyen un tejido vital en la historia y cultura de la metrópoli.
En una reunión sin precedentes, Brugada Molina congregó a más de 500 representantes de los mercados públicos, estableciendo un diálogo directo y propositivo. Su propuesta es clara: convertir estos espacios en Comités Promotores de la Economía Social, Solidaria y Popular. Estos comités serían los pilares de una economía local más robusta y equitativa, en consonancia con las necesidades y el potencial de cada colonia, barrio y pueblo de la ciudad.
Los mercados, según Brugada, deben evolucionar. Deben ser más que centros de abasto; deben ser espacios públicos vivos, integrados a la dinámica urbana, promoviendo actividades relacionadas con el cuidado, la salud y la información pública. La visión es ambiciosa: mercados públicos modernos, seguros, con un suministro eficiente de agua y otras necesidades básicas.
La estrategia de Brugada Molina incluye la creación de mesas de trabajo, vistas como laboratorios de ideas para reactivar estos centros comerciales. El enfoque es integral, contemplando desde el mantenimiento físico periódico hasta el apoyo económico para los comerciantes, pasando por un rediseño conceptual de los negocios para el futuro.
Además, los locatarios han expresado su apoyo a Brugada, confiando en que dará continuidad al trabajo iniciado por la doctora Claudia Sheinbaum. Presentaron propuestas innovadoras como el programa Mercomuna para toda la capital, la implementación de celdas fotovoltaicas y la utilización de agua pluvial en los mercados, marcando un paso hacia prácticas más sostenibles.
Este movimiento representa una revitalización no solo económica, sino también cultural y social de los mercados públicos, reafirmando su importancia en la comunidad. Clara Brugada Molina se posiciona así no solo como una precandidata, sino como una visionaria que busca construir la utopía de los mercados públicos del futuro.
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