La Ciudad de Puebla se convirtió en testigo de la disolución de antiguas lealtades partidistas, cuando destacados líderes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) renunciaron a su militancia para abrazar el proyecto liderado por Alejandro Armenta, candidato de la Megacoalición que integra a Morena, PT, Verde de México, Fuerza por México y Nueva Alianza.
Este evento marcó un momento crucial en la política estatal, al demostrar que la unidad en torno a convicciones profundas prevalece sobre las divisiones tradicionales. Los líderes políticos de Puebla, congregados en una significativa reunión de adhesión, manifestaron su rechazo al sectarismo y al arribismo, apostando por un futuro de gobierno transparente y equitativo para la entidad.
El discurso de Armenta, salpicado de referencias históricas y cargado de significado, invocó las palabras de Winston Churchill para distinguir entre la defensa de principios y la lealtad ciega a los partidos. Esta distinción resuena con la decisión de los líderes políticos de sumarse a un movimiento que promete justicia y progreso para todos los ciudadanos de Puebla.
Las figuras políticas que ahora se declaran independientes, como las regidoras de Amozoc y Puebla, Michelle Islas y Christian Guzmán, enfatizaron el carácter altruista de su decisión, subrayando que su adhesión responde a un compromiso con el pueblo y no a un interés por obtener cargos. Este ethos de servicio se refleja en el respaldo de personalidades como el diputado Juan Manuel Colín del PAN, así como Leobardo Soto Enríquez, Fátima Abigail Hernández y otros, quienes se han integrado al Movimiento Revolucionario por la Transformación.
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