El mundo está cada vez más cerca de perder uno de sus ecosistemas más vitales y diversos: los arrecifes de coral. El nuevo informe Global Tipping Points 2025, publicado este lunes 13 de octubre, advierte que estos ecosistemas marinos se encuentran al borde del colapso debido al calentamiento global. Si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones y estabilizar la temperatura del planeta, los corales de aguas cálidas podrían desaparecer en las próximas décadas.
El documento, elaborado por 160 científicos y liderado por la Universidad de Exeter junto con el Instituto para la Investigación sobre el Impacto Climático de Postdam (PIK) y otras 85 instituciones internacionales, analiza los llamados “puntos de no retorno” del sistema terrestre, aquellos umbrales a partir de los cuales los cambios ambientales se vuelven irreversibles.
Según los autores, la desaparición masiva de los arrecifes de coral será el primer gran punto de inflexión global si no se detiene el incremento de las temperaturas. El planeta ya ha alcanzado entre 1.3 y 1.4 °C por encima de los niveles preindustriales, lo que supera el límite estimado para la supervivencia de estos ecosistemas. A medida que el océano se calienta, los corales expulsan las algas simbióticas que les dan color y nutrientes, un proceso conocido como blanqueamiento coralino, que los deja vulnerables a la muerte.
El informe no solo se centra en los océanos. También advierte sobre otros riesgos crecientes para los sistemas de la Tierra: el derretimiento de glaciares y campos de hielo, el deshielo del permafrost, la desaceleración de las corrientes oceánicas, la pérdida de las capas de hielo polares y la degradación de las selvas tropicales, especialmente la amazónica. Todos estos procesos, una vez activados, podrían retroalimentarse entre sí, acelerando aún más el calentamiento global.
La científica del PIK Sina Loriani explicó que existe “un riesgo creciente de que se activen bucles de retroalimentación que amplifiquen y aceleren los cambios en el sistema terrestre”. De acuerdo con el estudio, incluso un aumento de temperatura ligeramente superior a los 1.5 °C podría detonar transformaciones irreversibles en Groenlandia, la Antártida Occidental o el Atlántico Norte.
Uno de los casos más preocupantes documentados es el del glaciar Mendenhall, en Alaska, donde las inundaciones provocadas por el desbordamiento de lagos glaciares rompieron récords consecutivos entre 2023 y 2025, generando daños por decenas de millones de dólares y afectando gravemente a comunidades locales e indígenas. Para Donovan Dennis, investigador del PIK, estos fenómenos “muestran cómo el cambio climático afectará directamente a las poblaciones más vulnerables, obligándolas a adaptarse a un entorno que cambia a un ritmo sin precedentes”.
No obstante, el informe también identifica señales alentadoras. Destaca la rápida expansión de las energías renovables, como la solar y la eólica, junto con el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos, el almacenamiento en baterías y las bombas de calor, que demuestran que la transición energética es posible si los gobiernos y las empresas aceleran su implementación.
El director del Global Carbon Project, Pep Canadell, subrayó que “cada año aumentan el alcance y la magnitud de los impactos negativos del cambio climático, y cada año más personas los experimentan de manera más prolongada y diversa”. Su llamado coincide con el mensaje central del informe: los puntos de no retorno no son una amenaza futura, sino una realidad que se está desarrollando ahora mismo, y el tiempo para actuar se está agotando.
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