Ecuador a 26 de abril, 2024.- La tensión entre México y Ecuador alcanzó un nivel crítico tras el incidente en la embajada mexicana en Quito, donde el diplomático mexicano, Roberto Canseco, fue objeto de un allanamiento policial durante el cual se detuvo al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. Este acto ha sido interpretado como una grave violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y ha precipitado una ruptura en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Según fuentes, el Gobierno de Ecuador, bajo la presidencia de Daniel Noboa, ejecutó el allanamiento justificándolo como una medida necesaria ante la percepción de que Glas, convicto de corrupción, representaba un riesgo de fuga. Esta acción ha sido condenada internacionalmente por considerarse una transgresión al derecho internacional y a los principios de asilo diplomático.
En respuesta a esta afrenta, México, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha decidido llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), solicitando medidas cautelares contra Ecuador. La Cancillería mexicana, dirigida por Alicia Bárcena, ha expresado su descontento y ha destacado la violencia física sufrida por su personal diplomático, incluyendo a Canseco, quien resultó lesionado durante el incidente.
La comunidad internacional, incluyendo varios países latinoamericanos y organizaciones como la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), ha mostrado su rechazo a las acciones de Ecuador, enfatizando la necesidad de respetar los acuerdos internacionales que protegen las misiones diplomáticas.
Este conflicto no solo plantea serios cuestionamientos sobre la estabilidad diplomática en la región, sino que también refleja las complicaciones que surgen cuando la política interna y los derechos internacionales entran en conflicto.
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