Ciudad de México, 1 de marzo de 2024.- Elena Álvarez-Buylla, Directora General del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), anunció su renuncia a la Academia Mexicana de la Ciencia (AMC). A través de una carta pública difundida en redes sociales, Álvarez-Buylla acusó a la AMC de haber sido «capturada por grupos de poder conservadores», los cuales, según ella, han utilizado la institución para atacar al actual gobierno y defender intereses particulares bajo el pretexto de promover la ciencia, marginando así el interés público.
Álvarez-Buylla, quien ha sido una figura prominente en la reestructuración del sector científico y tecnológico en México bajo la actual administración, argumentó que su renuncia se debe a la resistencia de estos grupos conservadores contra la creación y consolidación del nuevo Conahcyt. Esta entidad, que surgió como parte de una transformación radical del antiguo Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) heredado del periodo neoliberal, ha sido objeto de críticas y oposición debido a su enfoque y políticas que rompen con prácticas anteriores.
Según Álvarez-Buylla, el Conacyt previo favoreció a empresas privadas con recursos significativos del erario público, limitó el acceso de jóvenes a estudios de posgrado y priorizó programas de posgrado privados en detrimento de los públicos, excluyendo a cerca de dos mil posgrados del acceso a becas. La directora general del Conahcyt subrayó que la resistencia a la nueva visión del consejo no solo proviene de medios y políticos conservadores opuestos a la Cuarta Transformación del país, sino también de individuos vinculados con instituciones de educación superior públicas que se beneficiaron de manera ilegítima durante el régimen neoliberal.
El conflicto se agravó con la publicación del documento «Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia, tecnología e innovación en México», coordinado por figuras como Enrique Cabrero Mendoza, exdirector del Conacyt durante el sexenio anterior, y José Antonio Seade Kuri, actual presidente de la AMC. Álvarez-Buylla criticó el contenido de este texto, calificándolo de «reaccionario» y acusándolo de dar voz exclusivamente a opositores con una perspectiva neoliberal, intentando así perpetuar un «triste y nefasto pasado».
La decisión de Álvarez-Buylla de renunciar a la AMC marca un punto de inflexión en el debate sobre la dirección de la política científica y tecnológica en México, evidenciando la profunda división entre visiones tradicionales y enfoques progresistas que buscan reformar el sector en favor del interés público y la inclusión.
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