En un giro que desafía los estereotipos, una dieta rica en alimentos vegetales integrales podría ser una de las estrategias más prometedoras para prevenir o mejorar la disfunción eréctil, una condición que afecta a millones de hombres en todo el mundo. Así lo señala una reciente revisión científica publicada en The Journal of Nutrition por Mariana del Carmen Fernández-Fígares Jiménez, investigadora de la Universidad de Granada, en España.
El trabajo analiza los estudios más recientes sobre la relación entre la alimentación y la salud sexual masculina, y concluye que una dieta basada en plantas —centrada en frutas, verduras, legumbres, granos enteros, frutos secos y semillas— puede favorecer la función vascular, elemento clave para las erecciones.
Un problema más común de lo que se cree
La disfunción eréctil se caracteriza por la dificultad para lograr o mantener una erección firme. Aunque puede tener causas psicológicas u hormonales, la más frecuente está relacionada con problemas vasculares. Las erecciones dependen del flujo sanguíneo, y cuando las arterias están dañadas o pierden elasticidad, la circulación se ve comprometida.
El mecanismo biológico detrás de este proceso se basa en la producción de óxido nítrico, una molécula que dilata los vasos sanguíneos y permite el paso de la sangre hacia el tejido eréctil. Si las arterias están obstruidas o el organismo produce menos óxido nítrico, la respuesta sexual se ve afectada. Dado que los vasos del pene son más finos que los del corazón, la disfunción eréctil puede ser una señal temprana de enfermedades cardiovasculares más graves, como infartos o accidentes cerebrovasculares.
El papel de la alimentación
La revisión resalta que una alimentación vegetal contribuye a mejorar la salud vascular y a reducir los factores de riesgo más asociados con la disfunción eréctil: colesterol elevado, hipertensión, inflamación y resistencia a la insulina.
Los beneficios se explican a través de varios mecanismos:
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Reducción del colesterol LDL, el llamado “malo”, que daña los vasos sanguíneos y obstaculiza la producción de óxido nítrico. Los alimentos vegetales no contienen colesterol y aportan fibra soluble, que ayuda a eliminarlo del organismo.
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Aporte de precursores del óxido nítrico, como los nitratos de las verduras de hoja verde y la remolacha, o los aminoácidos L-arginina y L-citrulina presentes en frutos secos, semillas y sandía.
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Disminución de compuestos tóxicos como el TMAO, que se forma al digerir carnes rojas, huevos y pescado. Este compuesto daña el endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos.
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Menor exposición a los productos finales de glicación avanzada (AGEs), que endurecen las arterias y se encuentran principalmente en alimentos de origen animal cocinados a altas temperaturas.
No todo lo vegetal es saludable
Los investigadores advierten que no basta con adoptar una dieta “vegana” en sentido amplio, ya que muchos productos ultraprocesados etiquetados como tales no son beneficiosos para la salud cardiovascular. La clave está en consumir alimentos vegetales integrales, es decir, lo menos refinados posible: frutas enteras en lugar de jugos, cereales de grano completo y preparaciones caseras en lugar de industrializadas.
Faltan estudios clínicos, pero las pruebas son alentadoras
Aunque la evidencia disponible es mayoritariamente observacional, los resultados apuntan a una mejor salud arterial y metabólica entre quienes siguen este tipo de dieta. Los autores subrayan la necesidad de realizar más ensayos clínicos que evalúen directamente la función eréctil como resultado principal.
Aun así, los efectos indirectos ya están bien documentados: menor colesterol, mejor control de la glucosa, menor inflamación y mayor elasticidad de los vasos sanguíneos. Todos estos factores contribuyen tanto a la salud sexual como al bienestar general.
Además, una alimentación basada en plantas se asocia con menor riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes, así como con una mayor esperanza de vida.
Una mejora al alcance de todos
Lo más positivo, según los investigadores, es que no es necesario volverse completamente vegano para obtener beneficios. Reducir el consumo de carne y aumentar la proporción de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales puede marcar una diferencia real.
En palabras simples: cuantas más plantas, mejores resultados. Y si ese cambio mejora tanto la salud del corazón como la vida sexual, parece una razón más que convincente para llenar el plato de verde.
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