Meta acaba de dar otro golpe en la mesa de la inteligencia artificial con la incorporación de Andrew Tulloch, cofundador de Thinking Machines Lab (TML), la joven startup liderada por Mira Murati. A pesar de que Tulloch rechazó anteriormente una oferta millonaria de Meta, ahora se integra al nuevo equipo de IA de la compañía.
Thinking Machines Lab surgió a comienzos de 2025 como un emprendimiento ambicioso: recaudó alrededor de 2 mil millones de dólares en su ronda semilla, con una valoración de entre 10 000 y 12 000 millones. Sus inversores incluyen nombres pesados como Andreessen Horowitz, Nvidia, Accel, Cisco, AMD y algunos otros, lo que demuestra el gran respaldo financiero que tiene su visión.
El modelo de TML gira alrededor de construir IA multimodal, que pueda interactuar con humanos a través de lenguaje, visión y colaboración — no solo modelos “grandes y genéricos”, sino sistemas más personalizables, transparentes y alineados con los objetivos específicos de clientes e investigaciones. Andrew Tulloch ya tenía experiencia previa en Meta / Facebook (investigación IA), y también pasó por OpenAI antes de fundar TML junto con Murati.
Meta, por su parte, está reforzando su división de investigación y desarrollo de IA, incluyendo lo que llaman Superintelligence Labs. Con la llegada de Tulloch se ve claro que la compañía pretende combinar músculo económico con talento de primer nivel para avanzar en sus proyectos de IA “muy ambiciosos”.
Quedan varios puntos oscuros: no se ha hecho público cuál será exactamente el rol de Tulloch dentro de Meta ni cuánto recibirá exactamente (las cifras mencionadas en algunos medios rondean los 1,000-1,500 millones de dólares en compensaciones prolongadas, incluyendo acciones, bonos y rendimiento de acciones, aunque Meta ha desmentido algunas estimaciones. Tampoco está claro cómo afectará esta salida al equipo de TML ni si piensa reforzar sus contrapartes para compensar esta baja.
Este movimiento contribuye a una tendencia global en IA: la guerra por atraer expertos, competir por quién lanza mejores modelos, quién tiene más capacidad financiera y quién marca la dirección futura de la tecnología. Meta busca mantener o aumentar su relevancia en ese tablero, donde OpenAI, Anthropic, Google y otras startups ya trazan líneas fuertes.
Para nosotros, los observadores y potenciales usuarios, lo que viene es una carrera aún más feroz por la innovación, regulaciones, ética en IA, transparencia y responsabilidad. Lo que no cambia: el talento será la pieza más valiosa, y las decisiones estratégicas de hoy definirán quiénes van a liderar el mañana.
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