El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este lunes que México ha incumplido el tratado bilateral de aguas y advirtió con imponer un arancel del 5% a productos mexicanos si no entrega de inmediato los volúmenes de agua que, según él, debe al país. La disputa pone en jaque la relación comercial entre ambos países y agrava la presión sobre el gobierno mexicano.
El reclamo de Trump: deudas de agua y consecuencias para Texas
Trump aseguró que México debe entregar más de 800 000 acre-pie de agua, correspondientes al ciclo del tratado. Exigió que al menos 200 000 acre-pie se liberen antes del 31 de diciembre, argumentando que la falta de ese agua ha dañado gravemente las “cosechas y ganado de Texas”.
Para respaldar el agronegocio estadounidense, el gobierno también anunció un paquete de ayuda de 12 mil millones de dólares para los agricultores afectados.
“México continúa violando nuestro amplio Tratado de Aguas, y esta violación está perjudicando gravemente a nuestras cosechas y a nuestro ganado de Texas”, exclamó el mandatario desde su red social.
Qué dice el tratado y dónde estaría el incumplimiento
El acuerdo en cuestión es el Tratado de Aguas de 1944 entre Estados Unidos y México, que regula el reparto de agua de ríos como el Río Grande (Bravo). Según ese tratado, México debe entregar al menos 1.75 millones de acre-pie cada cinco años.
El ciclo actual concluyó en octubre de 2025, y de acuerdo con autoridades de Texas el déficit supera los 800 000 acre-pie, es decir, menos de la mitad de lo convenido.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, junto con legisladores como los senadores Ted Cruz y John Cornyn, han arremetido contra México y promovido leyes para endurecer sanciones en caso de incumplimiento.
Por qué México alega que no puede cumplir: sequía, escasez y crisis interna
Desde el lado mexicano, las autoridades han señalado que la región norte del país sufre una severa sequía, con sobreexplotación de acuíferos, falta de lluvias y escasa reserva en presas.
El director de una junta de agua declaró recientemente que “no hay agua para pagar a EU”, explicando que la deuda no puede cubrirse por falta de recursos hídricos.
Esto complica enormemente la posibilidad de cumplir con el tratado sin afectar a comunidades y agricultura en el norte de México. Expertos advierten que reponer el agua requerida implicaría recortes masivos al consumo interno o reordenar concesiones —algo que en este contexto podría generar tensión social.
Qué implican los aranceles: impacto comercial bilateral y riesgos
La amenaza de un arancel del 5% a productos mexicanos ya genera preocupación en sectores exportadores y de comercio bilateral. Según fuentes oficiales de Estados Unidos, el arancel entraría en vigor si México no cumple la entrega antes de fin de año.
Este tipo de medida podría desatar una nueva disputa comercial, afectando tanto a productores agrícolas texanos como exportadores mexicanos, y complicar aún más la relación entre ambos países.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ya ha aprobado un paquete de 12 mil millones de dólares para respaldar a los agricultores afectados, lo que refleja la magnitud del conflicto.
Diplomacia, agua y futuro incierto
El conflicto pone en evidencia las fragilidades del acuerdo de 1944 en un contexto de crisis climática, sequías prolongadas y creciente demanda hídrica. Para México, cumplir la cuota podría implicar sacrificar recursos internos críticos. Para EE. UU., evitar la entrega pone en riesgo su producción agrícola y alimentaria.
La presión diplomática está en su punto más alto: el gobierno de México deberá decidir entre priorizar sus necesidades internas o cumplir con sus compromisos internacionales, sabiendo que la decisión podría tener consecuencias económicas y políticas severas.















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