La tensión entre Estados Unidos y Sudamérica volvió a escalar. El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de un portaaviones en aguas del Caribe y el Pacífico con el argumento de “frenar el narcotráfico”, además de considerar posibles ataques dentro de Venezuela contra objetivos vinculados al crimen organizado.
De acuerdo con fuentes citadas por CNN, el mandatario republicano evalúa una ofensiva directa contra supuestas redes de narcotráfico en territorio venezolano, una medida que ha despertado preocupación internacional por el riesgo de una escalada militar en la región. Aunque funcionarios de su administración no descartan un posible diálogo con el presidente Nicolás Maduro, las conversaciones previas entre ambos países se rompieron hace semanas.
El Pentágono confirmó que el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford se movilizó hacia América Latina “en apoyo a la directiva presidencial de desmantelar organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar el narcoterrorismo”. El portavoz Sean Parnell aseguró que la misión busca “proteger a la patria” y reforzar la seguridad marítima, aunque analistas internacionales consideran que es una señal de fuerza con motivaciones políticas.
En paralelo, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó del décimo ataque contra presuntas narcolanchas en lo que va del mes, con un saldo de seis muertos. Desde el 2 de septiembre, al menos 43 personas han perdido la vida en el Caribe y el Pacífico como parte de esta ofensiva. Una de las embarcaciones destruidas estaría ligada al cártel Tren de Aragua, según datos de inteligencia estadounidense.
Hegseth advirtió que Washington tratará a los “narcoterroristas” con la misma severidad que usó contra Al Qaeda, mientras que los ataques son difundidos en video como parte de una campaña de disuasión.
La tensión aumentó aún más cuando la Casa Blanca impuso sanciones financieras al presidente colombiano Gustavo Petro, a su esposa, su hijo y su ministro del Interior, Armando Benedetti. La medida fue justificada por “falta de acciones efectivas contra el narcotráfico”, según el secretario Scott Bessent.
Petro respondió con dureza, calificando las sanciones como una “paradoja” y acusando a asesores de Trump de tener nexos con narcotraficantes. “Ni un paso atrás y jamás de rodillas”, escribió el mandatario en X, criticando también los ataques estadounidenses que han dejado decenas de muertos en el Caribe.
Este nuevo episodio marca una de las mayores tensiones recientes entre Estados Unidos y Sudamérica. Mientras Trump endurece su discurso y amplía operaciones militares, países de la región advierten sobre el riesgo de un conflicto diplomático y la militarización del combate al narcotráfico.
















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