Tragedia en Hong Kong: incendio en complejo residencial deja 36 muertos y más de 200 desaparecidos

El 26 de noviembre de 2025, un devastador incendio arrasó un complejo residencial en Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po, en los Nuevos Territorios de Hong Kong, dejando una estela de horror: al menos 36 personas fallecidas, cerca de 279 desaparecidas, decenas de heridos y cientos de evacuados. 

Este incendio no solo está sacudiendo la ciudad, sino que encendió una alarma global sobre seguridad en la construcción, mantenimiento de edificios y medidas de protección en zonas densamente pobladas.

 

¿Qué pasó? Cómo comenzó la tragedia

  • El fuego se desató alrededor de las 14:50 hora local, en uno de los andamios de bambú que rodeaban los edificios en proceso de renovación.

  • En cuestión de minutos, las llamas y el humo se expandieron, afectando al menos siete de las ocho torres de gran altura del complejo.

  • El lugar alberga cerca de 1 984 apartamentos, con un estimado de entre 4 700 y 4 800 residentes.

  • Las autoridades elevaron la emergencia a nivel 5, la clasificación más alta de alerta de incendios en Hong Kong.

El uso de estructuras de bambú combinadas con materiales inflamables para aislamiento —como mallas externas y poliestireno— aceleró la propagación, mientras que el viento y la altura de los edificios dificultaron las labores de rescate.

 

Consecuencias: víctimas, desaparecidos y rescate masivo

  • Según los reportes oficiales, 36 personas han perdido la vida. Entre ellas hay un bombero que murió en el cumplimiento del deber.

  • Unas 279 personas siguen desaparecidas, lo que convierte a este incendio en el más mortífero en décadas en Hong Kong.

  • Además, 29 personas están hospitalizadas, de las cuales 7 se reportan en estado crítico.

  • Para contener el incendio se movilizaron cientos de bomberos, más de 140 camiones, decenas de ambulancias y drones para evaluación aérea del desastre.

  • Alrededor de 700 a 900 residentes fueron evacuados, trasladados a refugios temporales y centros comunitarios.

Mientras tanto, muchos vecinos permanecen angustiados; algunos denunciaron fallas en los sistemas de alarma y mencionaron que varios internos —incluyendo personas mayores— quedaron atrapados sin posibilidad de escapar. 

 

¿Por qué se propagó tan rápido? Fallas estructurales y riesgos en renovación urbana

Este desastre saca a la luz varios factores críticos que podrían haber agravado la tragedia:

  • El uso de andamios de bambú —pese a que ya estaba en proceso su eliminación en nuevos proyectos— sigue siendo común en renovaciones. En este caso, ese material actuó como “combustible” para que el fuego se extendiera con rapidez.

  • Adicionalmente, se detectaron materiales inflamables en la fachada, como redes de construcción y poliestireno para aislamiento, lo que aceleró la combustión.

  • Las torres son de gran altura (más de 30 pisos), lo que dificulta la evacuación rápida y la labor de rescate —y limita incluso el acceso de los bomberos.

Este incendio no solo marca una tragedia humana, sino que pone en evidencia deficiencias en normas de seguridad, control de materiales en remodelaciones y protección civil en zonas densamente pobladas.

 

Reacciones internacionales, gobierno y futuro inmediato

  • El líder de Hong Kong, John Lee, confirmó las cifras oficiales de víctimas y desaparecidos, y anunció movilización de recursos de emergencia.

  • El gobierno habilitó múltiples refugios para los evacuados y prometió apoyo a las familias de las víctimas.

  • El suceso ha desatado llamados de urgencia para revisar las normativas de seguridad en construcciones y renovaciones, así como revisar el uso de materiales peligrosos como el bambú en andamios.

  • Además, se ha generado preocupación internacional, ya que esta tragedia podría poner en tela de juicio la protección al ciudadano —especialmente de poblaciones vulnerables— en zonas urbanas densas como Hong Kong.

 

¿Qué sigue? Claves para evitar otra tragedia

Acción urgente Detalles
Revisión exhaustiva de normativas de construcción Prohibir materiales inflamables en renovaciones y reforzar inspecciones de seguridad.
Desmantelar definitivamente andamios de bambú Sustituirlos por estructuras más seguras y reguladas.
Mejorar sistemas de alarma y evacuación en edificios antiguos Instalación de detectores de humo, rutas de escape claras, simulacros frecuentes.
Política de mantenimiento responsable Verificar aislamiento, ventilación, extintores y recorridos de emergencia.
Protección especial para personas vulnerables Particularmente adultos mayores y personas con movilidad reducida, asegurar evacuación prioritaria.

La magnitud de esta tragedia debería empujar a las autoridades y a la sociedad civil a exigir cambios reales, para que la reconstrucción no se limite a cemento y vidrios, sino que garantice seguridad, prevención y vida para todos.

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