La magistrada Lilia Mónica López Benítez presentó este jueves su renuncia al cargo de magistrada del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal de la Ciudad de México, concluyendo así una trayectoria de treinta y seis años de servicio en el Poder Judicial de la Federación (PJF). Su dimisión fue oficializada durante una sesión extraordinaria remota, donde ofreció un mensaje de despedida que combinó reflexión, crítica y defensa de la independencia judicial.
“Hoy me despido de una etapa que ha marcado mi vida y mi vocación. No es un adiós a la justicia, sino una pausa para mirar con honestidad y memoria lo que fuimos, lo que somos y lo que debiéramos ser”, expresó López Benítez al anunciar su decisión.
La magistrada recordó que dedicó más de tres décadas y un lustro al Poder Judicial, convencida de que impartir justicia “no es un privilegio, sino un acto de servicio y un compromiso con la dignidad humana”. En su discurso, reconoció haber sido testigo de los avances y retrocesos del sistema judicial mexicano, destacando los valores de profesionalización, mérito e independencia como pilares de una generación que trabajó por fortalecer la justicia en el país.
Sin embargo, también lamentó lo que calificó como el “desmantelamiento de ese esfuerzo”, señalando que el rumbo político actual ha confundido la voluntad popular con la verdadera democracia. De manera explícita, hizo referencia a los efectos de la reforma judicial de 2024, la cual —dijo— no sólo transformó instituciones, sino que “cambió el alma de la justicia mexicana” y generó incertidumbre sobre el futuro del sistema judicial.
López Benítez afirmó haber visto a colegas forzados a dejar sus cargos “por haber honrado su deber”, y denunció que muchas juezas y magistradas, pese a haber superado obstáculos institucionales y sociales, fueron cesadas sin consideración. Aun así, aseguró que mantiene su confianza en el derecho como una herramienta para la transformación social.
“Mi salida no es una derrota”, enfatizó, al tiempo que subrayó que la reforma no solo implicó el cese de funcionarios, sino también la ruptura de proyectos de vida y vocaciones dentro del Poder Judicial.
El nombre de Lilia Mónica López Benítez ha sido recurrente en los debates sobre la autonomía judicial y la defensa del Estado de derecho. Fue nombrada consejera del extinto Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 20 de junio de 2022, cargo que desempeñó hasta el 31 de agosto de 2025. Desde marzo del año 2000, se había desempeñado como Magistrada de Circuito, consolidando una carrera marcada por su compromiso con la ética judicial y la independencia de los tribunales mexicanos.
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