Los títeres más famosos de Chile hicieron historia. El programa 31 Minutos se convirtió en un fenómeno mundial al protagonizar una de las sesiones más exitosas en la historia del Tiny Desk Concerts de la radio pública estadounidense NPR. En menos de 12 horas, la presentación superó el millón de reproducciones en YouTube, y al cumplirse 24 horas del estreno ya acumulaba más de 2.5 millones de vistas, destronando el récord previo de la cantante estadounidense Billie Eilish.
El logro no solo representa un triunfo para la banda de títeres, sino también un hito para la música latinoamericana, ya que 31 Minutos se convirtió en la primera agrupación de marionetas de la región en participar en este prestigioso formato. Su aparición confirmó que la nostalgia, el humor inteligente y la creatividad pueden trascender fronteras, idiomas y generaciones.
Durante su concierto de veinte minutos, el grupo interpretó varios de sus temas más queridos, entre ellos “Mi equilibrio espiritual”, “Bailan sin César”, “Objeción denegada”, “Calurosa Navidad”, “Mi muñeca me habló”, “Arwrarwrirwrarwro” y “Yo nunca vi televisión (y luego sí, pero después no)”. Cada canción fue recibida con entusiasmo por una audiencia global que celebró el regreso de los personajes que marcaron la infancia de miles de personas en América Latina.
Fieles a su estilo, los integrantes del noticiero musical no dejaron pasar la oportunidad de lanzar una sutil crítica social. El conductor Tulio Triviño abrió la sesión con un comentario irónico que hizo reír —y reflexionar— al público: “Esta es la primera vez en Washington de 31 Minutos, que es exactamente el tiempo en que expiran nuestras visas de trabajo”. La frase fue interpretada como una alusión directa a las políticas migratorias de Estados Unidos, reafirmando el carácter mordaz y socialmente consciente del programa.
El Tiny Desk Concerts, conocido por su formato íntimo y por recibir a artistas de talla mundial como Dua Lipa y Anderson .Paak, suma así un capítulo inesperado y entrañable a su historia. Aunque las sesiones de estas figuras acumulan más de cien millones de vistas en total, pocas han alcanzado un crecimiento tan explosivo en tan poco tiempo como el de los títeres chilenos.
Con esta presentación, 31 Minutos no solo rompió récords, sino que demostró el poder del humor y la música como vehículos de conexión cultural. En un mundo saturado de producciones digitales, los títeres lograron lo impensable: recordar que, a veces, la autenticidad y la imaginación son la mejor fórmula para conquistar al público.
Deja una respuesta