El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, reconoció la compra de una propiedad valuada en 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, aunque aclaró que no se trata de una mansión y que la sigue pagando mediante un crédito hipotecario.
“Es público. Yo hice mi declaración. Mucho me extrañaba que no sacaran algo al respecto. Con mi ingreso como senador y mi ingreso en YouTube, yo estoy pagando una casa que compré a crédito”, aseguró el legislador.
De acuerdo con una investigación de Emeequis, la casa cuenta con un terreno de 1,201 metros cuadrados y una construcción de 259 metros. Noroña explicó que durante cuatro años rentó la vivienda y que en 2024 decidió adquirirla: “Yo pienso terminar mis días ahí. He dicho que cuando muera mis cenizas espero que las tiren en la montaña de Tepoztlán, que se ha convertido en un lugar muy querido”.
El senador morenista ha compartido imágenes y videos del interior de la casa en sus redes sociales, donde muestra muebles y decoraciones, defendiendo que su patrimonio ha sido construido con “muchísimo trabajo y esfuerzo” y sin recibir favores de grupos criminales.
Polémica dentro de Morena
La compra de la propiedad ocurre en un contexto de críticas hacia otros funcionarios de Morena que han exhibido lujos y viajes al extranjero, como Sergio Gutiérrez Luna y su esposa Karina Barreras, quienes habrían gastado más de 5 millones de pesos en artículos de lujo, además de las constantes apariciones de Andrés Manuel López Beltrán, Mario Delgado, Ricardo Monreal y otros en viajes internacionales.
La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, ha pedido públicamente a los militantes mantener la “justa medianía” y evitar ostentaciones. Sin embargo, Noroña respondió que este principio debe entenderse de acuerdo con lo que cada funcionario pueda pagar:
“Juárez fue muy claro: la medianía es con base en tu ingreso. Lo que tú puedes pagar con tu ingreso, eso es la justa medianía”, dijo.
La polémica ha generado debate en redes sociales sobre si el sueldo de un senador —131,700 pesos mensuales— más los ingresos que Noroña obtiene de su canal de YouTube, alcanzan para cubrir una propiedad de ese costo.
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