Una luciérnaga llamada María Sabina: el Bosque de Chapultepec ilumina la ciencia con sabiduría ancestral

El Bosque de Chapultepec, uno de los pulmones verdes más emblemáticos de la Ciudad de México, se convirtió en escenario de un hallazgo que entrelaza la ciencia moderna con los saberes ancestrales. La Secretaría del Medio Ambiente capitalina (SEDEMA) anunció el descubrimiento de una nueva especie de luciérnaga que llevará el nombre María Sabina, en homenaje a la célebre curandera mazateca cuya vida estuvo profundamente vinculada con la naturaleza y la espiritualidad.

La designación, realizada en colaboración con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) y el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue dada a conocer en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales, fecha dedicada a reconocer el papel esencial de las mujeres en la conservación de la tierra, la vida y los conocimientos tradicionales. De esta manera, la nueva especie ha sido bautizada oficialmente como Photinus mariasabinae, un nombre que simboliza la unión entre la ciencia y la sabiduría popular.

La elección del nombre se definió mediante un proceso de votación ciudadana que se llevó a cabo del 26 de septiembre al 5 de octubre de 2025 en la plataforma Plaza Pública, gestionada por la ADIP. Este ejercicio de participación abierta fue promovido por el Comité Científico y Cultural para la Identidad Taxonómica de la Luciérnaga de Chapultepec, dentro de un proyecto de ciencia ciudadana que busca involucrar a la población en la comprensión y protección de su entorno natural.

Los tres nombres más votados reflejaron la admiración por mujeres que iluminaron distintos momentos de la historia mexicana: María Sabina encabezó la lista, seguida por Malinalli Tenepal —nombre atribuido a La Malinche— e Irene Elena Motts Beal, cada una representando la fuerza, el conocimiento y el legado de las mujeres en el devenir del país.

La SEDEMA explicó que la elección de Photinus mariasabinae “simboliza la unión entre la ciencia y la sabiduría tradicional, al rendir homenaje a una mujer rural cuya vida representa el equilibrio entre naturaleza, espiritualidad y conocimiento ancestral”. Con esta decisión, el equipo científico continuará los procedimientos necesarios para formalizar el registro de la especie ante la comunidad académica internacional, un paso que reforzará el papel del Bosque de Chapultepec como un espacio activo de investigación, conservación y participación social.

Este descubrimiento no sólo amplía el conocimiento sobre la biodiversidad del bosque, sino que también subraya la importancia de la colaboración entre la ciudadanía, las instituciones y la ciencia para proteger los ecosistemas urbanos. “Con este ejercicio de ciencia ciudadana y participación colectiva, el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por la Jefa de Gobierno Clara Brugada Molina, reafirmó su compromiso de trabajar con la comunidad científica, cultural y educativa para fortalecer la conservación de la biodiversidad y la apropiación ciudadana de nuestro patrimonio natural”, destacó la dependencia.

Así, bajo el brillo de una pequeña luciérnaga, el legado de María Sabina se mantiene vivo, recordando que la sabiduría ancestral y la ciencia moderna pueden encontrarse en un mismo camino: el de la luz que protege la vida.

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