Bajo el sol del mediodía y con el Zócalo repleto, Claudia Sheinbaum Pardo rindió su Primer Informe de Gobierno. El evento, bautizado como “La Transformación Avanza”, reunió a unas 400 mil personas que llegaron desde distintos puntos del país para escuchar el mensaje de la presidenta, quien habló durante poco más de una hora.
Acompañada por gobernadoras, gobernadores, legisladores, ministras, ministros y representantes sindicales, Sheinbaum dejó claro que su administración es la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación y reafirmó su alianza política y moral con Andrés Manuel López Obrador. “No camina sola ni gobierna sola”, dijo, subrayando que su gobierno es colectivo y que el rumbo sigue firme: “No habrá ruptura, los conservadores se quedarán con las ganas”.
En su discurso, la presidenta presumió los avances en combate a la pobreza. Según sus datos, entre 2018 y 2024 13.5 millones de personas salieron de esa condición, reduciendo la tasa nacional al 29 %. Detrás de ese cambio, dijo, hay una inversión social de más de 850 mil millones de pesos que llega directamente al 82 % de los hogares del país.
También defendió las reformas más polémicas de su gobierno: la transformación del Poder Judicial, la incorporación de la Guardia Nacional a la Sedena, y la recuperación de Pemex y la CFE como empresas estratégicas. En el terreno de los derechos, reafirmó su compromiso con la igualdad de género y el reconocimiento de los pueblos indígenas y afromexicanos, elevando ambos temas a rango constitucional.
Entre los anuncios más comentados, Sheinbaum reveló la desprivatización de 4 mil millones de metros cúbicos de agua, medida que, según dijo, busca devolver al Estado el control de un recurso vital. También presentó el nuevo nombre del Tren México–Nuevo Laredo, que ahora se llamará Tren del Golfo de México, como símbolo de integración y desarrollo nacional.
En tono firme, aseguró que “se acabó el nepotismo y la compra del voto”, al tiempo que reafirmó el respeto a los derechos humanos, la libertad de expresión y la soberanía nacional. “México no acepta injerencismos”, lanzó entre aplausos que resonaron hasta la calle Madero.
Durante el balance social, Sheinbaum enlistó apoyos: 13 millones de adultos mayores con pensión universal, 1.6 millones de personas con discapacidad que reciben apoyo directo, casi 4 millones de becas para estudiantes de preparatoria y 2.2 millones de apoyos a familias con hijos en educación básica. Además, mencionó que 400 mil universitarios también cuentan con beca y que los homicidios dolosos bajaron un 32 % en el último año.
El Zócalo fue una fiesta política. Desde temprano, miles de personas llegaron con pancartas, banderas y sombreros, entre los tambores, los vendedores de elotes y los grupos que coreaban consignas de apoyo. La presidenta apareció en el templete con una sonrisa y un mensaje que buscó unir y reafirmar: “Vamos por el camino correcto. No les voy a fallar. Mi compromiso es con el pueblo”.
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