Veracruz marca 200 años de soberanía marítima con ceremonia nacional

La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó este 23 de noviembre, en el puerto de Veracruz, la ceremonia por el Bicentenario de la Consolidación de la Independencia en el Mar, un acto que recordó la rendición española en San Juan de Ulúa en 1825. El evento reunió a mandos navales, autoridades civiles y representantes federales para destacar el cierre definitivo del dominio europeo en territorio mexicano y el inicio pleno de la soberanía marítima.

La conmemoración subrayó la importancia histórica de la fecha, cuando las fuerzas mexicanas lograron que la guarnición española asentada en la fortaleza entregara el control del puerto y sus rutas. Sin esa capitulación, señalaron autoridades, la independencia habría quedado incompleta, pues el mar seguía siendo un punto vulnerable para el país recién formado.

En el acto se rindió homenaje a la Armada de México por su papel en aquel episodio y por la labor que desempeña actualmente en la seguridad nacional. Se entregaron reconocimientos a elementos destacados por su servicio, reforzando el mensaje de continuidad entre la institución de hoy y los marinos que participaron en la consolidación independiente hace dos siglos.

Como parte del programa, el Servicio Postal Mexicano presentó un timbre conmemorativo que simboliza la defensa histórica de la soberanía. La emisión busca difundir entre la ciudadanía el legado del 23 de noviembre de 1825 y fortalecer la memoria colectiva sobre la importancia del control marítimo para la vida nacional.

Durante su discurso, Sheinbaum resaltó el papel estratégico de la Armada en situaciones de emergencia, particularmente en fenómenos meteorológicos que afectan a comunidades costeras. También señaló que la vigilancia marítima continúa siendo un componente esencial para la economía y la seguridad del país, desde la protección de rutas comerciales hasta la atención de desastres naturales.

La fortaleza de San Juan de Ulúa fue recordada como uno de los escenarios más relevantes del México independiente temprano. A lo largo de años, ese recinto militar representó la resistencia española y un desafío al proyecto republicano. Su rendición marcó el cierre formal del proceso iniciado en 1810, dando estabilidad al comercio marítimo y al control territorial del país.

En el evento se hizo énfasis en la participación del pueblo veracruzano, cuyas aportaciones logísticas y esfuerzos comunitarios fueron decisivos durante las campañas contra las fuerzas españolas. Autoridades señalaron que la independencia marítima no fue un triunfo exclusivo de los mandos militares, sino el resultado de una colaboración amplia entre civiles y marinos.

La Secretaría de Marina destacó que, en la actualidad, la institución mantiene tareas constantes de patrullaje, combate a actividades ilícitas y apoyo en casos de emergencia. Estas funciones, explicaron, forman parte del legado histórico que surgió tras la capitulación de San Juan de Ulúa y que sigue vigente en la vida pública mexicana.

La ceremonia cerró con un llamado a preservar la memoria histórica y a reconocer el papel de la Armada en la defensa de la soberanía. Funcionarios federales señalaron que mantener viva la historia es fundamental para entender los retos actuales en seguridad marítima y protección civil.

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