Meditación VR: un retiro al Ajusco desde tu escritorio chilango

En pleno auge del home office en la Ciudad de México, surge una opción distinta para descansar la mente sin moverte del cubículo: meditación guiada con realidad virtual (VR). Universidades como la UNAM desarrollan aplicaciones que transportan al usuario a entornos naturales —por ejemplo, bosques del Ajusco— en apenas cinco minutos, con resultados de reducción de cortisol y alivio del estrés.

La propuesta parte de crear “retiros mentales” inmersivos para personas en ambientes urbanos agitados. El dispositivo VR reproduce paisajes sonoros naturales, guías vocales de meditación y visuales de vegetación, ríos o cielos abiertos, con la intención de generar una experiencia que contraste con el entorno de oficina o tráfico.

De acuerdo con estudios internacionales, las técnicas de relajación basadas en realidad virtual han mostrado capacidad para disminuir los niveles de cortisol salival y otros indicadores de estrés, incluso con sesiones breves. En una investigación reciente, distintas técnicas de relajación con VR redujeron los niveles de cortisol, cortisona y glucocorticoides totales en participantes sanos.
Asimismo, quienes usaron VR para meditación reportaron menor ansiedad, ira o tristeza comparado con su estado previo, con buena aceptación de la experiencia.

Desde la UNAM, algunos grupos de visualización y realidad virtual ya han explorado aplicaciones parecidas en salud mental: desarrollar dispositivos y programas para atender estrés postraumático, crear ambientes inmersivos para terapia de exposición o colaborar con el Observatorio Ixtli en proyectos de VR aplicada.

En el caso capitalino, la aplicación propuesta apunta a usuarios del home office, trabajadores del sector público o privado, profesionistas independientes y estudiantes que desean tener pausas restaurativas durante su jornada. La ventaja: solo cinco minutos para hacer una pausa activa, sin desplazarse.

Entre los retos se encuentran adaptarse al espacio limitado de oficinas, evitar efectos adversos como mareos por realidad virtual (cibercinetosis) e integrar la tecnología con hábitos sostenibles. Usuarios que no toleran bien simulaciones visuales intensas podrían experimentar molestias.

Para quienes quieran probar, bastará disponer de unas gafas VR (o visor compatible) más acceso a la aplicación de meditación virtual. Se sugiere hacerlo en momento de tensión (antes de reunirse, tras una pausa de pantalla) y no justo antes de conducir o actuar en tareas que requieran coordinación visual fina.

A largo plazo, esta tecnología puede complementarse con intervenciones presenciales, sesiones guiadas más largas o integrarse a programas de bienestar laboral. Si bien no reemplaza recursos tradicionales de salud mental, abre una puerta innovadora para quienes están atrapados entre la rutina laboral urbana y la necesidad de desconexión.

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