De acuerdo con una encuesta de De las Heras Demotecnia publicada el 10 de diciembre de 2025, el diputado federal por Morena, Arturo Ávila, se perfila como el aspirante con mayor respaldo ciudadano para encabezar la candidatura de la alianza Morena-PT-PVEM a la Alcaldía Cuauhtémoc. El estudio, que evalúa las preferencias iniciales del electorado, coloca a Ávila a la cabeza de un grupo de figuras políticas que buscan gobernar una de las demarcaciones más estratégicas y simbólicas de la Ciudad de México, donde convergen desde el emblemático Centro Histórico hasta zonas de intensa actividad comercial y vida vecinal.
Los resultados del sondeo, levantado mediante 500 entrevistas telefónicas los días 27 y 28 de noviembre, son reveladores. Arturo Ávila registra un 15% de las preferencias, situándose por encima de otros nombres que suenan en el entorno político. Le sigue Néstor Núñez con un 10%, mientras que José Luis Rodríguez Díaz de León obtiene un 7% y Emilio Villar un 3%. Estas cifras, si bien no representan una mayoría abrumadora, delinean un mapa inicial donde el diputado federal destaca como el referente mejor posicionado, captando un nivel de respaldo ciudadano significativamente mayor que el de sus potenciales rivales internos.
Sin embargo, el dato quizás más crucial de la encuesta es el que señala que una proporción relevante del electorado en Cuauhtémoc aún no define su preferencia. Este escenario de electorado indeciso o pendiente de los movimientos políticos por venir se interpreta como un factor que, en las circunstancias actuales, favorece claramente a Ávila. Al partir con una ventaja tangible de cinco puntos sobre su inmediato seguidor, el diputado se convierte no solo en el nombre a batir, sino en el aspirante que tiene la oportunidad de capitalizar ese voto flotante en su camino hacia la designación formal de la candidatura. La encuesta, por tanto, no solo mide apoyo, sino que proyecta dinámica e influye en la percepción de inevitabilidad y fuerza, elementos clave en las contiendas internas.
La Alcaldía Cuauhtémoc es un premio político de alto valor. Administrar un territorio que alberga la zona patrimonial más importante del país, sedes gubernamentales, una vibrante pero compleja vida nocturna en la Zona Rosa y colonias con profundas problemáticas y demandas, representa un desafío monumental y una plataforma de enorme visibilidad. Que Arturo Ávila encabece estas preferencias iniciales lo coloca en el centro de la conversación pública y partidaria. Su trayectoria como diputado federal y su perfil dentro de Morena parecen resonar con un segmento de la ciudadanía, aunque la carrera está lejos de terminar. La definición final dependerá de negociaciones al interior de la coalición, de la posible entrada de otros actores y de la capacidad de los aspirantes para conectar con ese amplio electorado que, según los números, todavía observa y decide.















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