Turismo de aventura en Pueblos Mágicos impulsa economía local en 2025

El turismo de aventura y naturaleza en los Pueblos Mágicos de México registra un crecimiento sostenido del 7% durante 2025, consolidándose como uno de los principales motores del turismo nacional. De acuerdo con la Secretaría de Turismo (SECTUR), este segmento ha ganado relevancia por su capacidad de combinar deporte, cultura y sustentabilidad, generando ingresos directos para comunidades rurales y pequeñas empresas locales.

Destinos como Ixmiquilpan, Hidalgo, y Sayulita, Nayarit, lideran la oferta de experiencias de aventura en el país. En Ixmiquilpan, las tirolesas de La Lagunita y los puentes colgantes del Valle del Mezquital atraen a viajeros que buscan actividades al aire libre en entornos naturales. En el Pacífico, Sayulita se consolida como un referente del surf y del turismo sustentable, combinando prácticas deportivas con la promoción del comercio artesanal y gastronómico.

Durante el Tianguis de Pueblos Mágicos 2025, Quintana Roo destacó con 12 localidades certificadas por su enfoque en ecoturismo y preservación ambiental. Municipios como Bacalar, Isla Mujeres y Tulum impulsan proyectos comunitarios que incluyen recorridos en kayak, senderismo en selva baja y talleres culturales gestionados por cooperativas locales. Estas iniciativas fortalecen la cadena de valor turística y promueven la conservación de los ecosistemas.

En la Sierra Tarahumara, Chihuahua, el turismo deportivo y de montaña ha cobrado fuerza gracias a los trails rarámuri, recorridos que permiten conocer la cultura indígena local y practicar atletismo en rutas de alta exigencia. El éxito de estos eventos ha impulsado la creación de cooperativas de guías y hospedajes rurales administrados por las propias comunidades, integrando desarrollo económico con preservación cultural.

El fenómeno también alcanza zonas costeras menos convencionales. En Zipolite, Oaxaca, el turismo alternativo y de playa combina prácticas naturistas con eventos culturales y deportivos. Festivales de convivencia, como los organizados en noviembre, han contribuido a posicionar la región como un destino inclusivo y de libertad corporal, generando un flujo turístico constante y un modelo económico sustentado en el respeto a la diversidad.

La Secretaría de Turismo estima que el 63% de los viajeros nacionales opta por escapadas cortas de entre dos y cuatro días, motivados por experiencias auténticas y destinos cercanos. Este tipo de turismo ha beneficiado directamente a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES), que aprovechan las plataformas digitales para ofrecer servicios de hospedaje, guías, transporte y actividades locales.

Sin embargo, el sector enfrenta retos en materia de seguridad y conectividad. Algunas carreteras rurales y accesos a zonas naturales presentan riesgos o infraestructura limitada, lo que ha generado llamados de atención de operadores turísticos y autoridades estatales. La SECTUR trabaja en coordinación con los gobiernos locales para reforzar los protocolos de seguridad y mejorar las rutas turísticas más demandadas.

El turismo de aventura también contribuye al desarrollo sostenible. Programas de certificación ecológica, reforestación y manejo responsable de residuos se aplican en diversos destinos con el objetivo de minimizar el impacto ambiental. Además, la inclusión de comunidades indígenas y jóvenes emprendedores en la gestión turística garantiza que los beneficios económicos se distribuyan de manera equitativa.

México se posiciona como líder en turismo de naturaleza y aventura en América Latina. La combinación de patrimonio cultural, biodiversidad y participación comunitaria convierte a los Pueblos Mágicos en una alternativa sólida para los viajeros que buscan autenticidad, emoción y sostenibilidad.

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