Trump habría propuesto lanzar misiles a México para eliminar cárteles, revela The New Yorker

Imagínate un jefe de Estado que en su despacho se plantea literalmente lanzar misiles contra un país vecino para destruir laboratorios de droga. Eso fue lo que, según el ex secretario de Defensa Mark Esper, el expresidente Donald Trump sugirió al menos un par de veces durante su primer mandato: “¿Podríamos disparar misiles en México para destruir los laboratorios de droga?”, habría dicho Trump, “y que nadie supiera que fuimos nosotros”.
Las revelaciones vienen del libro de Esper, A Sacred Oath: Memoirs of a Secretary of Defense During Extraordinary Times, publicado en mayo de 2022, donde el general detalla cómo tuvo que frenar ideas extremas de la Casa Blanca.

La idea es tan alarmante como simbólica: Trump, convencido de que México era responsable del flujo de drogas hacia Estados Unidos y de que los cárteles eran una amenaza para la seguridad nacional norteamericana, habría planteado que el ejército estadounidense actuara de forma directa, unilateral, y sin revelar su participación.
Sin embargo, ese plan nunca se concretó. El documento de Esper explica que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) se plantó ante lo que consideraba una violación de la ley internacional, de la soberanía de México y de protocolos militares.
Por qué importa esto:

  • Porque muestra una visión belicista dentro de la primera administración Trump que no se había expuesto en esos términos.
  • Porque salta el tema de la soberanía nacional mexicana: un país aliado con el vecino más grande, pero potencial objetivo de una estrategia militar unilateral.
  • Porque plantea preguntas sobre el papel de los cárteles en la agenda de seguridad de Estados Unidos y cómo algunos sectores buscan tratarlos como amenazas terroristas.
  • Porque el simple hecho de que se hubiera planteado ya genera señales de desconfianza diplomática y cuestionamientos de límites entre combate al narcotráfico y acción militar agresiva.

Datos clave de estas revelaciones:

  • El diario The New Yorker cita las memorias de Esper, en las que Trump preguntó si era posible llevar a cabo ataques militares contra México con base en la premisa de que no controla su propia frontera.
  • Esper contó en entrevista para 60 Minutes que Trump había dicho frases como “podríamos disparar algunos misiles Patriot y eliminar los laboratorios, en silencio, que nadie sabría que fuimos nosotros”.
  • Trump respondió lejos de desmentir directamente, atacando al exsecretario Esper y tildándolo de “débil e ineficaz”.
  • Estas revelaciones se suman a otros reportes sobre intenciones de Trump de usar fuerzas militares fuera de protocolos ordinarios para combatir los cárteles, incluso planteando designarlos como organizaciones terroristas.
  • En el contexto mexicano, la Claudia Sheinbaum ha reafirmado que la soberanía del país “no está en venta” y que la presencia de fuerzas militares extranjeras en territorio mexicano no sería aceptada.

¿Qué implicaciones tiene esto para México y para EE.UU.?
Para México: plantear que un presidente vecino consideró atacar misiles en su territorio abre un debate sobre vulnerabilidad, alianza, dependencia y la necesidad de reforzar la diplomacia. También pone en evidencia la sensibilidad del combate al narcotráfico como asunto bilateral, donde la cooperación se debe hacer “en terreno propio”, según declaraciones mexicanas.
Para EE.UU.: revela un tinte agresivo en la retórica anti-drogas, que va mucho más allá de interdicciones y cooperación, hacia opciones militares directas. Eso conlleva riesgos legales, éticos y de relaciones exteriores.
Para la política global: sugiere que la guerra contra las drogas puede cruzar la línea entre crimen y conflicto armado, lo cual complica la naturaleza del combate al narcotráfico (¿es policial, militar o mixto?). Asimismo, llama la atención sobre los límites del poder presidencial, del asesoramiento militar y de la supervisión civil.

La información hasta ahora es mayormente pública gracias a las memorias de Mark Esper y a los análisis de medios especializados, pero la discusión sigue abierta: ¿qué tan cerca estuvo ese plan de ejecutarse? ¿Qué consecuencias tendría para la región? ¿Se modificó la estrategia fronteriza o antinarcóticos ante ese tipo de planteamientos? Lo que sí es claro: la idea de lanzar misiles en territorio aliado —y ocultarlo— es más que una anécdota, es un salto en la escalada del discurso sobre el narco-tráfico y el uso del poder militar.

Si lo deseas, puedo revisar documentos oficiales del Pentágono o del Congreso que indiquen si se aprobó alguna moción de fuerza transfronteriza, o qué respuesta diplomática dio México en ese periodo. ¿Te parece bien?

 

 

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