La escena política en Uruapan, Michoacán se encuentra envuelta en polémica y estrategia. La alcaldesa, Grecia Quiroz, quien heredó el poder municipal tras el asesinato de su esposo Carlos Manzo, solicitó al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) el registro como marca del nombre de Manzo y del nombre de su agrupación política: Movimiento del Sombrero. La solicitud fue presentada el 14 de noviembre de 2025 y actualmente está bajo análisis.
El anuncio fue dado a conocer por Santiago Nieto, quien desde su red social hizo pública la gestión: “Acompañaremos su proceso hasta la resolución de las mismas”. Esta maniobra llega en un momento de tensión tras los hechos del 1 de noviembre, cuando Carlos Manzo fue asesinado en un evento público por el Día de Muertos.
Contexto político convulso y acusaciones cruzadas
El trámite de registro no sólo busca proteger un nombre o símbolo: se da en medio de acusaciones graves y señalamientos políticos. La alcaldesa ha llamado a investigar a diversos miembros del partido dominante local, lo que desató críticas de actores políticos como Gerardo Fernández Noroña. El senador declaró que los señalamientos de Quiroz responden a ambiciones electorales — incluso sugirió que busca la gubernatura de Michoacán — y la tachó de “irresponsable”.
Ante ello, figuras del espectro político como Claudia Sheinbaum pidieron respeto hacia la alcaldesa, y representantes del Movimiento del Sombrero exigieron públicamente una disculpa al senador por considerar ofensivas sus declaraciones.
Grecia Quiroz, por su parte, respondió diciendo que los señalamientos son “patadas de ahogado” y acusaciones para intentar desprestigiar a su esposo muerto. Aseguró que asumió la alcaldía “para honrar la memoria de Carlos” y que no está usando el crimen con fines políticos.
El plan: convertir Movimiento del Sombrero en partido nacional
El Movimiento del Sombrero, que Carlos Manzo encabezaba hasta su asesinato, ya se prepara para escalar a nivel nacional. Según declaraciones de la diputada independiente Guadalupe Mendoza Arias, una figura central del grupo, Manzo ya había delineado los pasos para esto desde hace meses. Su estrategia se basaba en consolidar una fuerza territorial fuerte, con presencia ciudadana, discurso antiviolencia y confrontación directa al crimen organizado.
Tras su muerte, la responsabilidad de ese proyecto recae en Grecia Quiroz. Mendoza Arias declaró que el nombre planeado para el futuro partido era “Movimiento del Sombrero” o “La Sombreriza”, con la intención de aglutinar a ciudadanos independientes en todo México. Lo que resta por saber es cómo evolucionará el proceso de registro ante las autoridades electorales y si el IMPI aceptará el nombre como marca protegida.
¿Por qué el registro de marca es clave?
Registrar el nombre de Carlos Manzo y del Movimiento del Sombrero no es sólo un acto simbólico: podría darles derechos exclusivos sobre su uso comercial y político, impedir su apropiación por terceros y ser parte de un blindaje legal para futuras campañas o manifiestos. En un país donde los nombres y símbolos políticos suelen disputarse, este paso podría darles una ventaja estratégica.
Además, hacerlo justo después del asesinato y en medio de disputas políticas destaca como una jugada para consolidar identidad, legado e institucionalidad del movimiento. Pero también puede verse como una maniobra controversial, dado que aún existen señalamientos sobre posibles investigaciones en torno al crimen de Manzo.
Qué sigue para Movimiento del Sombrero y Uruapan
- El IMPI debe resolver la solicitud de registro: si aprueba la marca, Movimiento del Sombrero podrá operar bajo ese nombre con protección legal.
- En lo político, el movimiento buscará recolectar apoyos a nivel nacional para convertirse en partido — lo que implicará requisitos de firmas, presencia territorial y estructura — un reto ambicioso.
- Mientras tanto, los señalamientos y críticas hacia Grecia Quiroz podrían aumentar, especialmente si la justicia avanza en el caso del asesinato de su esposo.
- Para los ciudadanos de Uruapan y Michoacán, la consolidación o caída del Movimiento podría redefinir el mapa político local y regional.
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