Por Bruno Cortés
OpenAI ya soltó a su nueva bestia tecnológica: GPT-5, el modelo de inteligencia artificial que promete ser como tener un doctorado en todos tus chats. Según sus creadores, es más rápido, más listo y mucho más preciso que su antecesor, el famoso GPT-4, y no solo responde mejor: ahora entiende más cosas al mismo tiempo y se adapta a tu estilo de conversación.
La gran novedad es que ahora funciona con una especie de “cerebro múltiple” que decide en tiempo real si te contesta con velocidad o con razonamientos profundos, dependiendo de lo que le pidas. Esto significa que puede cambiar de “modo exprés” a “modo pensador” sin que tengas que configurarlo. Y aquí viene lo jugoso: no solo entiende texto, también imágenes, audio y video en una sola conversación, como si estuvieras hablando con un asistente personal multimedia. Además, puede personalizar su tono para sonar serio, relajado o hasta un poco sarcástico si así lo quieres.
Otro plus es que se lleva bien con herramientas como Gmail y Google Calendar, así que no solo te resuelve dudas, sino que también puede agendar reuniones, enviar recordatorios y organizar tu día sin que tengas que saltar de aplicación en aplicación. Y para quienes viven preguntando por costos y velocidad, hay versiones más rápidas o más baratas, como GPT-5 Mini y Nano, que ofrecen opciones para todos los bolsillos y necesidades.
La parte buena: cualquiera puede usarlo. Los usuarios gratis ya tienen acceso, aunque los que pagan Plus o Pro reciben beneficios extra como más mensajes, acceso a versiones especiales y el famoso “modo Thinking” para tareas más complejas, como redactar informes, resolver problemas de programación o analizar documentos largos.
Pero no todo es fiesta. Desde que salió, en redes sociales muchos usuarios se han quejado de que ahora hay límites más estrictos en ciertas funciones y que algunos modelos anteriores, que consideraban más confiables, desaparecieron sin previo aviso. Algunos incluso aseguran que el nuevo modelo, con todo y su “doctorado”, a veces parece más torpe o menos preciso que versiones pasadas, lo que ha desatado una ola de nostalgia por GPT-4.1 y compañía.
En resumen, GPT-5 es un paso gigante para la inteligencia artificial: más versátil, más rápida y con más trucos bajo la manga. El reto para OpenAI será convencer a los usuarios de que este cambio radical vale la pena… y que no extrañen demasiado a sus viejos modelos favoritos. Porque, al final, no importa cuán listo sea tu asistente si no se siente tan “tuyo” como antes.
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