Autoridades de Michoacán y la federación detuvieron al segundo presunto responsable del asesinato de Bernardo Bravo Manríquez, líder del gremio limonero en Apatzingán. La detención fue confirmada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien aseguró que las operaciones seguirán hasta capturar a todos los involucrados.
Rigoberto López Mendoza, alias “El Pantano”, fue señalado como integrante de la célula criminal Los Blancos de Troya, vinculada a Cárteles Unidos y en disputa directa con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Su captura se da días después de que Bravo fuera encontrado sin vida en La Tinaja, sobre la carretera Apatzingán-Presa del Rosario, con visibles signos de violencia.
Bernardo Bravo había encabezado denuncias por extorsión y “cobro de piso” que afectaba a productores de limón en Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla y Múgica. Su labor por visibilizar las amenazas del crimen organizado lo convirtió en blanco de los grupos criminales. En agosto de 2024, otro líder limonero, José Luis Aguiñaga, también fue asesinado tras denunciar a los delincuentes que azotan la región.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla señaló que se implementa una investigación interinstitucional y que las labores operativas en la zona se han reforzado con el apoyo del gabinete de seguridad. Este refuerzo busca frenar la violencia que no solo afecta a la seguridad de los productores, sino que también ha elevado los precios del limón y otros cítricos debido a la extorsión y los riesgos que enfrentan los trabajadores del campo.
Bravo había advertido en entrevistas previas que los pagos obligatorios a grupos criminales no eran nuevos para los productores, pero sí representaban un riesgo creciente debido a la violencia y las amenazas constantes. Su muerte refleja la difícil situación que enfrentan los agricultores en Michoacán, el segundo productor nacional de limón, y la presión que ejercen los cárteles sobre la economía local.
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