A solo días de las elecciones en Estados Unidos, el clima político se intensifica con Donald Trump y Kamala Harris disputando votos en los estados clave de Wisconsin y Michigan. Ambos candidatos buscan convencer a los votantes indecisos en estos territorios, cuyo respaldo podría definir el futuro del país. Este viernes, Trump y Harris estarán en Milwaukee, Wisconsin, para sus últimos actos de campaña. Las encuestas muestran un empate técnico, reflejo de la polarización del electorado en uno de los estados del llamado «muro azul», que osciló entre Trump en 2016 y Biden en 2020, ambos triunfando con márgenes mínimos.
Donald Trump no solo enfoca sus esfuerzos en Wisconsin; su estrategia incluye un acercamiento al voto árabe en Dearborn, Michigan, la ciudad con la mayor concentración de población de origen árabe en EE.UU. Bishara Bahbah, presidente de «Arab Americans for Trump», organizó un encuentro privado en el que unas 40 personas se reunieron con el expresidente para hablar sobre sus preocupaciones y propuestas. Este grupo de votantes ha expresado su descontento con la administración de Biden, particularmente debido al respaldo de EE.UU. a Israel en el conflicto con Gaza.
Kamala Harris, en su acto de campaña en Milwaukee, contará con el apoyo de personalidades influyentes de la cultura pop, como la rapera Cardi B, y ha sido respaldada previamente por artistas como Beyoncé, Bruce Springsteen, Jennifer Lopez y LeBron James. Incluso, varios actores de la franquicia de «Los Vengadores» publicaron en redes sociales su apoyo a Harris, buscando motivar a los jóvenes a salir a votar.
La carrera en Wisconsin y Michigan simboliza la volatilidad del panorama electoral estadounidense. La elección ha tomado giros inesperados desde que Joe Biden se retiró y la candidatura demócrata quedó en manos de Harris. Su popularidad ha crecido, logrando reducir la ventaja que Trump tenía tras un intento de asesinato fallido y su reaparición en la Convención Nacional Republicana. Sin embargo, Trump no baja la guardia y ha comenzado a alertar sobre posibles “irregularidades” en la votación. “Si mantenemos las trampas al mínimo, lograremos una gran victoria”, afirmó Trump en una entrevista reciente.
La contienda no ha estado exenta de polémicas. En una conversación con el presentador conservador Tucker Carlson, Trump sugirió que Liz Cheney, excongresista republicana y crítica de su administración, “debería enfrentarse a rifles apuntándole”. Cheney respondió en la red social X (antes Twitter), acusándolo de fomentar el odio y la violencia contra aquellos que se oponen a él, calificándolo de «mezquino y vengativo».
Además, en Georgia, las autoridades desmintieron un video viral de un migrante haitiano que aseguraba haber votado múltiples veces, señalando que el video forma parte de una campaña de desinformación orquestada por Rusia, según expertos. Este tipo de rumores han avivado temores de que Trump pueda negarse a aceptar los resultados si Harris sale vencedora el 5 de noviembre. Pamela Smith, jefa de policía de Washington D.C., ha indicado que, aunque no existen amenazas creíbles, se tomarán medidas para asegurar protestas pacíficas y prevenir actos violentos.
Hasta ahora, más de 66 millones de estadounidenses han ejercido su voto de manera anticipada, reflejando un país políticamente dividido y ansioso por el desenlace de una elección que podría traer implicaciones profundas para el futuro del país. Mientras las campañas de Harris y Trump cierran con eventos en Wisconsin y Michigan, la atención está puesta en cómo los votantes indecisos responderán y si el resultado será aceptado de manera pacífica o generará mayores tensiones en un contexto de polarización.
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